Publicado el 19 Aug 2025. Leer este artículo te llevará menos de 8 minutos
La energía solar se ha convertido en una de las grandes protagonistas de la transición energética. Cada vez más hogares en España se plantean dar el salto al autoconsumo, pero al llegar el momento de instalar paneles solares, surge la gran pregunta: ¿es mejor comprarlos o apostar por fórmulas como el renting?
En este artículo vamos a profundizar en el renting de placas solares para particulares, cómo funciona exactamente, cuáles son sus ventajas y desventajas. Nosotros no trabajamos este modelo ya que en muchos casos resulta más interesante comprar la instalación que optar por un modelo de alquiler.
El renting de placas solares es una fórmula de financiación que permite a un particular disponer de una instalación fotovoltaica en su vivienda sin tener que realizar una gran inversión inicial. En la práctica, funciona como un alquiler a largo plazo: una empresa instala las placas solares en tu tejado y tú pagas una cuota fija mensual por utilizarlas durante un periodo determinado, que suele oscilar entre 10 y 20 años.
Durante ese tiempo, eres el usuario de la instalación, pero no su propietario. La titularidad suele ser de la empresa que ofrece el renting, que también se encarga del mantenimiento y, en algunos casos, de la gestión de posibles incidencias. Al finalizar el contrato, dependiendo de las condiciones, puede haber varias opciones: devolver la instalación, renovar el contrato o incluso adquirir las placas por un valor residual.
El proceso para acceder a un renting solar es bastante sencillo desde el punto de vista del usuario.
La empresa analiza el consumo del hogar, la superficie disponible y la orientación del tejado. Esto se traduce en una propuesta personalizada que incluye el número de paneles necesarios, la potencia a instalar y la cuota mensual estimada.
El acuerdo recoge la duración del contrato, la cuota fija y qué servicios están incluidos (instalación, mantenimiento, monitorización, seguros, etc.).
El equipo de instaladores se encarga de colocar los paneles, conectar el inversor y dejar la instalación lista para producir electricidad.
Desde el primer día, la energía generada reduce la dependencia de la red y, con ello, la factura de luz.
Fin del contrato
Una vez transcurrido el tiempo pactado, se valoran las opciones: renovar, comprar o retirar la instalación.
El renting ha crecido en popularidad en los últimos años porque ofrece varias ventajas para los particulares que quieren iniciarse en el autoconsumo:
La principal ventaja del renting es que no necesitas desembolsar varios miles de euros de golpe para instalar placas solares. Esto lo hace más accesible para familias que no tienen capacidad de inversión inmediata. Sin embargo, ahora existen fórmulas de financiación que tampoco tienen inversión inicial: SuscripciónSolar. Nuestra propia financiación de placas solares que te permitirá disfrutar de tu instalación con baterías desde tan solo 97€/mes.
El pago mensual es siempre el mismo, lo que permite planificar mejor los gastos. Además, en muchos casos, el ahorro en la factura eléctrica compensa en gran medida el coste de la cuota.
La mayoría de contratos de renting incluyen el mantenimiento de la instalación, lo que da cierta tranquilidad al usuario: revisiones periódicas, limpieza, sustitución de piezas si fallan… todo está contemplado.
En algunos modelos de renting, cuando se renueva el contrato se actualiza también la instalación, lo que permite contar siempre con paneles relativamente modernos.
Sin embargo, no todo son ventajas. El renting también presenta inconvenientes que conviene tener en cuenta antes de decidirse: la propiedad, el coste que suponen los impuestos...
Con el renting, las placas no son tuyas. Eso significa que, aunque lleves años pagando, la instalación no te pertenece y al finalizar el contrato puedes perderla.
Aunque la cuota mensual pueda parecer asequible, en el cómputo global se suele terminar pagando bastante más que si hubieras comprado la instalación desde el principio.
El renting obliga a firmar contratos de 10 a 20 años. Esto limita la flexibilidad si, por ejemplo, quisieras mudarte o vender la vivienda.
Las instalaciones en renting suelen estar estandarizadas y no siempre se adaptan perfectamente a las necesidades de cada hogar.
Para entender mejor las diferencias entre ambos modelos, pongamos un ejemplo sencillo:
La diferencia es clara: aunque al principio el renting te evita un gran desembolso, a largo plazo terminas pagando mucho más y sin tener la instalación en propiedad desde el primer día.
En SotySolar creemos firmemente que la compra es una opción más interesante para la mayoría de los hogares. Estas son las razones:
Cuando compras tu instalación, el ahorro en la factura empieza desde el primer día y la amortización llega en unos 5 años. A partir de ahí, todo es beneficio. Con el renting, sigues pagando cada mes sin alcanzar nunca un punto en el que todo lo que ahorres sea “neto”.
Si eres propietario de tu instalación, puedes acceder a las ayudas públicas y a las deducciones fiscales (IRPF, IBI, ICIO). En un contrato de renting, estas ventajas suelen quedar en manos de la empresa propietaria de la instalación, no del usuario.
Al ser tuyo el sistema, decides cómo gestionarlo: puedes añadir baterías, cargadores de vehículo eléctrico o ampliar la potencia en el futuro. Con el renting, estás limitado a lo que diga el contrato.
Las placas solares propias revalorizan la vivienda. En cambio, con un renting, al no ser tuyas, no aportan ese valor añadido si decides vender la casa.
El coste total de compra siempre es menor que el del renting. Si además sumas subvenciones, bonificaciones fiscales y la posibilidad de autoconsumir más gracias a la instalación a medida, la rentabilidad de la compra es muy superior.
El renting de placas solares para particulares es una fórmula que permite disfrutar del autoconsumo sin inversión inicial, con cuotas fijas y mantenimiento incluido. Sin embargo, sus limitaciones en cuanto a propiedad, coste total y flexibilidad hacen que, a largo plazo, la compra sea una opción más rentable y ventajosa.
En SotySolar te ayudamos a dar el paso al autoconsumo de la manera más beneficiosa: estudiamos tu caso, gestionamos las subvenciones y te ofrecemos una instalación propia que se adapta a tu hogar y a tus necesidades, para que disfrutes del sol con total tranquilidad.
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Elena Fernández
Marketing Copywriter
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