Comunidades energéticas: qué son y cuáles son sus ventajes

¿Has oído hablar de las comunidades energéticas? Seguro que en tu búsqueda de información sobre el autoconsumo te has encontrado alguna vez con este término sin una idea clara de a qué se refiere exactamente.

Te contamos todo sobre este relativamente nuevo fenómeno energético para que decidas si es o no para ti.

¿Qué son las comunidades energéticas de autoconsumo?

Las comunidades energéticas (CE), también conocidas como comunidades energéticas locales, establecen un acuerdo entre consumidores, comercializadora y un ente local para la creación de una innovadora forma de producir, distribuir, consumir y vender energía renovable de manera colaborativa. 

Estas comunidades tienen como objetivo principal fomentar la sostenibilidad, la autonomía energética y la transición hacia fuentes de energía más limpias protagonizada por el ciudadano de a pie.

¿Cómo se crea una comunidad energética local?

Para su creación no vale la iniciativa propia de los futuros consumidores, estos tendrán que llegar a un acuerdo con una comercializadora y un ente local, por ejemplo un ayuntamiento, para poder formarla.

¿Quién participa de una comunidad energética?

En una comunidad energética participan diferentes agentes; personas físicas, pymes o empresas, ONG’s, incluso la propia administración. Todos ellos colaboran de una forma activa en los procesos de la comunidad, también la toma de decisiones que se basa en la gobernanza democrática.

Para ser miembro de una comunidad energética deberás cumplir con las obligaciones que recogen los estatutos y el régimen de regulación interno. Infórmate de las iniciativas de comunidades energéticas más próximas a ti, y es que formar una propia no es tan fácil como instalar autoconsumo compartido.

¿Cómo funcionan las comunidades energéticas?

El funcionamiento de las comunidades energéticas es un proceso colaborativo que involucra la generación, distribución y consumo de energía renovable dentro de un grupo de participantes locales, como hogares, empresas o comunidades rurales. 

Generación de la energía solar fotovoltaica

Las comunidades energéticas participan en la generación local de energía a partir de fuentes renovables como la energía solar. El proceso comienza sobre el tejado de algunos miembros, con la instalación de paneles solares en sus propiedades.

Estos dispositivos son los protagonistas del proceso de generación fotovoltaica: captan la radiación solar y la transforman en electricidad. 

Distribución y almacenamiento de energía

¡Siguiente paso! Tenemos energía lista para su consumo, ahora hay que distribuirla dentro de la comunidad para satisfacer las necesidades energéticas de cada miembro. 

La distribución implica a menudo la creación de redes eléctricas locales que conectan las instalaciones o plantas solares con los consumidores. Estas redes pueden ser microredes eléctricas o redes de distribución más pequeñas que operan de manera independiente o en paralelo con la Red Eléctrica convencional.

Para gestionar el flujo de energía, monitorizar su uso y la facturación individual de cada miembro de la comunidad es necesario instalar medidores y sistemas de control en la red de distribución, así como optimizadores de carga que regulan la demanda y generación de energía en tiempo real.

El excedente energético puede compartirse con otros miembros, volcarse a la Red Eléctrica a cambio de una compensación en tu factura o almacenarse en baterías para su uso en momentos de no generación.

Consumo de la energía

Los miembros de la comunidad utilizan esta energía para satisfacer sus necesidades energéticas. Esto puede incluir la alimentación de electrodomésticos, sistemas de calefacción y refrigeración, iluminación, y es que los múltiples usos de las placas solares te sorprenderían.

Diferencias entre una instalación de autoconsumo compartido y una comunidad energética  

La primera diferencia y la más notable es la insuficiencia de la iniciativa propia para la creación de una CE. Para instalar una planta de autoconsumo fotovoltaico en una comunidad de vecinos será suficiente con el acuerdo de los propietarios. Sin embargo, si queréis formar una comunidad energética tendréis que llegar a un acuerdo con entes locales y comercializadora. 

Ahora te preguntarás por qué es necesario llegar a un acuerdo con tu comercializadora (sí, parece que te hemos leído la mente). Esta es otra de las grandes diferencias entre una y otra. Mientras que en un bloque de edificios la instalación solar genera y reparte la energía entre los vecinos, en las comunidades energéticas van un paso más allá y es que, además de generar energía a nivel local, la comercializan en busca de una reducción de costes energéticos para los asociados.

Aquí tienes una tabla con diferencias básicas:

Ventajas de las comunidades energéticas locales

¿Preocuparte por la factura de la luz? ¡Nunca más! Descubre el resto de ventajas de formar parte de una comunidad energética. 

Mayor rentabilidad y facilidad de acceso a las energías renovables. Las instalaciones se realizan con una financiación colectiva. De esta forma, el pago se divide entre todos los miembros de la comunidad, reduciendo el gasto y el periodo de amortización.

Ahorro en la factura de la luz. Los miembros de una comunidad energética pueden beneficiarse del ahorro en su factura al acceder a una fuente de energía como la energía solar fotovoltaica más económica, con un precio estable e independiente a las grandes eléctricas.

Sostenibilidad. Al utilizar fuentes de energía renovable, las comunidades energéticas contribuyen a la reducción de las emisiones de carbono y al desarrollo sostenible de su entorno, al tiempo que combaten el cambio climático.

Independencia energética. Al producir y compartir energía localmente, los miembros de las comunidades energéticas reducen su dependencia de la Red Elétrica convencional y aumentan su autonomía energética.